Botellas mágicas

Buenos días familias,

Hoy vamos a hacer unas botellas mágicas.

Dejo unos vídeos de varias ideas, pero las posibilidades son infinitas, asíque con imaginación podéis crear botellas preciosas.

Esta manualidad también se puede realizar con botes, pero se recomienda que siempre se haga con recipientes plásticos, ya que si el niño o la niña son pequeños se corre el riesgo de que puedan romper el frasco si es de cristal.

Y ... ¿para que sirven estas botellas?. Pues para divertirse haciéndolas, para compartir un rato en familia, para fomentar la imaginación, para entretenerse, etc. pero su finalidad más importante es que ayuden a l@s niñ@s a calmarse cuando lo necesitan.

¿Os acordais de la silla de pensar? Este recurso, por suerte, se usa cada vez menos, ya que se demostró que su eficacia no era la más óptima ya que se trataba de un castigo encubierto, básicamente un castigo de aislamiento que consiste en ignorar al niño o la niña cuando hace algo "mal" con la supuesta intención de que piense en aquello que hizó. Pues bien el cerebro de l@s peques no funciona de esta manera y cuando están enfadad@s su parte emocional domina totalmente a la racional, con lo cual antes de pensar, de escuchar, de expresar, l@s niñ@s necesitan calmarse ¿Y como calmarse? Pues con cosas que les hagan desviar su atención del enfado hacia algo que les guste más y que les trasmita tranquilidad, como estas botellas mágicas.

Siguiendo esta idea, sería muy recomendable tener en casa un rincón de la calma, o rincón de la paz, formado simplemente por un cogín y algunos elementos que calmen a la niña o al niño como pueden ser estas botellas, un palo de lluvia, su peluche favorito, un caja de música, o lo que creais que ayuda a vuestr@s hij@s a calmarse.

¿Cómo utilizar este rincón de la paz? No debemos obligar al niño o a la niña a ir a él cuando consideremos que hizo algo malo, ni tiene que ser un sitio en el que estar solo o sola, ni hay que forzarle para que hable, ni hay que mandarle allí riñendole, sino estaríamos otra vez castigandole, y conseguiríamos que un rincón para la calma se convirtiera en una zona de castigo, de aislamiento y hostilidad.

Cuando nuestr@ hij@ está pasanso una situación emocional intensa, podemos acompañarle al rincón de la calma. Si no quiere ir podemos acercar alguno de los objetos a donde está el niño o la niña. Tod@s sabemos que en momentos de enfado algun@s niñ@s rechazan el contacto, otr@s lo buscan, incluso pueden actuar a veces de una forma y a veces de otra, por ello para que esté rincón funcione bien, debemos escuchar a nuestr@s hij@s, pero no solo con los oídos, sino con la vista, con el tacto y sobre todo con el corazón.


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